El fin de semana transcurrió intenso emocionalmente hablando. Lloré mucho y mi decepción fue enorme al descubrir entre las cortinas un fantasma horrible del dúo filial madre/hija. Una vez más surge y es frustrante a estas alturas tener que reelaborar introyectos de esa índole.
Renuncio a la vergüenza, y más aun si no existe ningún referente en la realidad que la sustente. Te la regreso.
Fin de semana también de hartos carbohidratos, decisiones financieras y planificación de tareas emocionales. Miles de proyectos en puerta y a cruzar los dedos, aterrizar ya.
Y de lo bonito: he estado preparando una ponencia sobre la Corteza prefrontal y su relación con las conductas adictivas y delictivas. Me encanta. Un anclaje más a la tierra.
Foto: Monika Bagalova
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