Leves memorias, cartas a sí misma, que escribe una Mandarina en estado de concupiscencia y libertinaje pragmático, sobre todo a nivel doméstico.
viernes, 17 de febrero de 2012
Coserme y descoserme una y otra vez.
Hay días en los que siento como si trajera una bola de estambre enredada en el pecho. La imagino de mil colores y quisiera abrirme un orificio para sacarla, como deshilachar un chaleco que pesa. Y tejer algo nuevo y más liviano, no tan abrumador.
2 comentarios:
Acabo de escribir sobre madejas de estambre y mira, vengo a verte y estamos ahí, como que en frecuencia, en sintonía. Ánimo pues. Estamos vivas.
¡Muy vivitas y bonitas! ;P
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