martes, 3 de enero de 2012

Corazón ácido de granada para esta agridulce Mandarina









En mi nueva casita, que en realidad es un micro departamento, tengo una especie de terraza cuyas características fueron definitivas para que yo terminara enamorada de ese espacio. Siempre había querido vivir en un lugar con terraza para desayunar por las mañanas al aire libre o leer mientras se esconde el sol bebiendo una copita caderona de vino tinto. Ahora que la tengo, estoy tratando de ponerla muy guapa, con muchas plantitas y toda la cosa, y el otro día, mientras colocaba una malla sombra para darle privacidad, me percaté de la existencia de un hermoso árbol de granadas que pertenece al vecino de la casa de abajo y que por su altura, me llega hasta mí con sus bellos frutos colorados. Sentí tanta emoción que corrí a tomarle una foto con el corazón todo alborotado, el motivo: me pereció un excelente augurio.

Por alguna extraña razón llegó a mis manos un librito cuyo tópico es la abundancia, justamente me acababan de invitar a tomar un taller acerca de dicho tema y yo, indignada, cuestionaba el hecho de que existan colegas dedicados a una labor tan fútil ganando harto dinero. Pues total, después de hojear algunas páginas, recibí un mensaje muy revelador: la abundancia tiene como base el placer, sólo aquellos capaces de gozar, tienen el privilegio de recibir a manos llenas las mieles de la vida. No sólo es cuestión de dinero o de tener para comer, sino de disfrutar todo aquello que se tiene, antes de buscar aquello de lo que se carece. Y yo tan quejumbrosa, culposa y exigente.

Primer propósito formal para este 2012: dejar de quejarme y DIS-FRU-TAR lo que tengo, antes de pelearme conmigo misma por lo que no he podido conseguir hasta este momento.

Ni oveja, ni pecadora: no necesito que me cuiden de mí misma.

5 comentarios:

mariana m* dijo...

Ni yo, pero creo que en mi insistencia de que "me cuiden", hasta de mí misma, he caído en los abismos más profundos. Me cuesta mucho ser responsable hasta de mi felicidad, por miedo, quizá, a ser entonces la única "culpable" de esa gracia. En fin. Dejémonos de rollos y vamos a gozar. Sabes que yo me quejo casi nada ahora que estoy sola. A veces pienso que lo de la queja es como por inseguridad con la pareja o algo así, porque el Verde me lo restregaba a cada rato y ahora, en serio, previo análisis de consciencia, nada de quejas. Cosa de la vida. ¡Feliz 2012! Sé muy feliz, por favor, te lo mereces. Abrazo fuertísimo ;-)

Celestina Tercioipelo dijo...

Mi estimada Mandarina, yo también pienso que disfrutar de los placeres de la vida es fácil pero no tanto, porque hay que aprender a hacerlo, saberle, pues. Y sobre todo, hacer frente a las consecuencias, que es lo que más trabajo me cuesta, por lo general.

Te mando un abrazo de año nuevo.

(Por cierto, no se me olvidó tu lista de libros. Te tengo algunas sugerencias. Mándame un meil a celestinaterciopelo@gmail.com o contáctame por tuíter @terciopelo y te la paso a tu correo.)

:)

Mandarina Concupiscente dijo...

Hermosas mujeres (Mariana y Celestina): gracias por visitar este lugar y dejar una huella tan bonita aquí. Me emociona mucho ;P

Estimada Celes, con gusto te enviaré el correo, ya me estoy frotando las manos ante la esperada lista.

Un abrazote a ambas <3

mariana m* dijo...

Mira, ya hasta te vas a poner a súper leer. Qué gusto ^_^

Mandarina Concupiscente dijo...

¡Sí! ¡uuuuyyyy!