Hace sies años (por lineamientos de la institución en la que laboro) me sometieron a un proceso de interrogatorio de tal magnitud, que llegó a ser una especie de tortura psicológica. Lo más cabrón de ese proceso, es que me topé con una serie de juicios que solamente yo hice respecto a mi historia. Al final, después de seis horas exesivamente desgastantes, el verdugo concluyó con lo siguiente: "es una lástima que una mujer con tanta capacidad se meta zancadilla al juzgarse tanto a sí misma". Cerró su folder y me despidió amablemente. No pasé el examen.
Independientemente de los cuestionamientos que se le puedan hacer a cierto tipo de herramientas administrativas, con las que se ejerce presión, y muy aparte de la dudosa naturaleza de ciertos instrumentos, la cuchara solo saca lo que tiene la olla. En mi caso, quedó clarísimo que soy mi peor enemiga, mi juez más severo, que me someto a más de un castigo por el mismo error, al grado de sabotearme ante la libertad y el placer. Estaría chido, muy chido, ser más amable conmigo.
Mañana volveré a repetir esa prueba, de ella depende un ascenso que prácticamente tengo en mis manos. Ya pasé todas las otras evaluaciones, competí contra compañeros sumamante capaces, ahora solo falta ese paso para declararme vencedora contundente. Solo deseo y espero no volverme a traicionar.
5 comentarios:
Muero por saber cómo fue. Que yo espero bien. No eres la única que se juzga como la peor de todas. O no la peor, pero sí no lo mejor. Una misma, contra una misma. Es mi historia. Ánimo pues ;-)
Gracias. Aún no sé los resultados, es cuestión de esperar. Sin embargo mi actitud ante la prueba esta vez fue muy distinta a la primera y eso me ayudó muchísimo, me sentí muy tranquila antes, durante y después, deseo que eso sea una buena señal. Ya te contaré si el objetivo se logró como tal. Saludos :)
Entonces, ¿se sabe qué pasó? Un abrazo fuerte ;-)
No, aún no ¿tú crees? A veces lo más cabrón de este tipo de procesos es la pinche incertidumbre alargada. :S
Aaaaaahhh!!! y yo alejado de acá y de allá y de todos lados en los últimos meses.
Espero que todo vaya bien, que esa calma solo sea el reflejo de esa paragnosia convertida en "ya sabía, namás me estaba guardando para no echarme la sal..." o eso pues, que todo salga bien.
Ánimo y un abrazo.
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