Tengo un amigo “más allá del bien y del mal”. Con él he compartido tanto la mesa como la cama sin que ninguna de dichas acciones implique compromiso alguno. Lo curioso de la relación, es que nunca hemos coincidido para estar completamente disponibles y relacionarnos de una manera más profunda. Y conforme va pasando el tiempo y nos conocemos mejor, esta posibilidad se va esfumando con mayor claridad. Y no pasa nada.
Ahora en mi situación, me ha apoyado muchísimo. Él se divorció hace un par de años y me entiende a la perfección. Me encanta porque que es el tipo de persona que se resiste a dejarse caer al abismo sabiendo que todos los días vive al filo de éste. Yo creo que habemos personas depresivas conscientemente, incluso exhibicionistamente; pero las hay también “oscuras de clóset”, que se empeñan en negar a toda costa su naturaleza meláncólica, pensando ilusamente que eso los salvará del desamparo existencial. Y quizá este acto no tiene un pelo de iluso, finalmente la vida también se marca por la actitud. Pero en fin, lo importante es que él, por sus características, más que reconfortarme siendo (casi siempre que se prestan las circusntancias), un compañero de erotismo de alto nivel; lo es más bien en la oscuridad, dejándome ser sin cuestionarme, una “muñeca rota” y, aunque él se jacte de ser todo un “Ken”, yo sé, como nadie, que guarda un “Max Steel” fracturado debajo de su colchón. Por eso me rescata cada que puede hacerlo y yo, reivindico en mi interior, con su amorosa complicidad, el arquetipo masculino con el que he vivido tan conflictuada.
Ahora mi amigo tiene una nueva novia, y por esa razón sólo compartimos la mesa el otro día por la mañana. Pero cerramos un pacto de rehabilitación, que consiste en apoyarnos para no recaer con nuestros respectivos “exes”, algo como lo que hacen los A.A, con la diferencia de que nuestros alicientes son de tipo erótico, y me regaló el juguetito de la foto, como estímulo de mi buen comportamiento y disciplina en mi psicoterapia. En cuanto a él, quedamos en que, cambiaré de tópico sus premios, así es que buscaré algún regalito que le pueda gustar mucho. Por lo pronto, yo salí ganona y una vez más le estoy sumamente agradecida.
Foto: mi kit rojísimo para iniciar el 2012, con mucho amor, baile, dulzura y placer.